lunes, 27 de agosto de 2012

Blogs, ¡lo que deberían ser!

Entender la diferencia entre un diario, una bitácora y un blog, implica hacer un ejercicio de estudiar la historia y delimitar los alcances de cada uno de ellos. En primer lugar, la práctica cliché que durante varias décadas del siglo XX fue muy notoria, al menos en occidente, era la de de llevar un diario, el resumen de aquellos hechos relevantes que merecían un recordatorio o una clave la cual pudiera evocar los sentimientos vividos al momento de leer esas letras. Una práctica influenciada desde siempre por las películas, la música y los medios que definitivamente han marcado la pauta en muchas de las situaciones  donde las sociedades asumen esto como propio, pero en verdad son un constructo impuesto o una moda, y con un especial énfasis en la pericia de sistematizar historias.

Tal vez aprendimos de los científicos y los marinos a recolectar información y sistematizarla, por su obsesión de documentar cada mínimo detalle de sus experimentos o del método usado en alta mar para dejar registro de cada trayecto durante los viajes interoceánicos mientras de la misma forma la literatura nos daba indicios con los viajes extraordinarios de Julio Verne. Cualquiera que haya sido el detonante, es muy popular el uso de estas bitácoras por parte de los individuos en muchas partes del mundo y son un fragmento de esos misterios, secretos, hallazgos  y  conclusiones que cada sujeto tiene para compilar, esconder y sigilosamente cuidar según el caso.

Parece ser que nada ha cambiado, al menos en la costumbre de hacer los diarios y las bitácoras,  hoy en día podemos encontrar incalculables Blogs con estos materiales, que no tienen en cuenta una condición que se ha perdido con el tiempo, la confidencialidad de esa información. Desde la mitad de la década de los 90´s con todo el auge del Internet y la comunicación virtual, se comenzaron a producir iniciativas particulares de personas que al parecer perdieron cualquier pudor o recelo por compartir lo que existía en sus diarios, fue así como muchos de ellos pasaron de tener estos libros entre sus almohadas o guardados en baúles debajo de las camas, para dejarlos en la web.

En Colombia los procesos de alfabetización digital, la capacidad tecnológica que se ha incrementado en los hogares de todos los niveles socio-económicos y la inserción de estos contenidos en los planes de estudio de colegios e universidades, han propiciado un interés particular en públicos jóvenes y en profesionales con información valiosa que puede comenzar a compartirse vía web. Crear un blog en definitiva sirve para catapultar ideas que no alcanzaban muchas mentes y que, en medios tradicionales se perdían en vagos intentos por su socialización. 

El hecho clave de esto es analizar el cambio esquemático en la mentalidad de los sujetos al realizar esta práctica de “Blogging” y entender que un diario, una bitácora y un blog tienen elementos que los definen como sinónimos, pero que al momento de realizarlos hay que hacer una seria diferenciación de lo que se espera lograr al diseñar cada uno de ellos, ya que es diferente cuando se escribe para sí mismo que para “Todo el Mundo”; esto lo entendimos poco a poco debido a que no generan mucho interés las historias particulares de la vida de una persona, que carecen de vinculo alguno con los lectores que puede acceder a un Blog. Si nos sumergimos en un análisis somero acerca de los temas sobre los que las personas escriben en sus blogs, la respuesta más asertiva sería: ¡Se escribe sobre todo! Y ahí es donde se puede tener un vínculo con alguien que geográficamente está en otro país o continente, así como también podríamos encontrarnos con personas con quienes, dentro del propio contexto local, se comparten experiencias y se hacen interlocuciones que aporten al tema.

Es dentro de los escenarios locales donde más se encuentra importancia  en la difusión on-line. Es relevante comprender que la información publicada en la red a nombre propio va generando una marca y un estilo sobre el tipo de información que, como sujetos o colectivo, se comenzó a socializar, reclamando un nivel de seriedad y organización si se quiere ser reconocido en algún ámbito de interés. Publicar en internet es compartir pero hay que saber hasta dónde se puede llegar: el respeto por lo privado está tan vigente como en la época de los baúles con llave y la información que se sube a la red debe tener un propósito claro de construir conjuntamente o aportarle a su público lector en la significación de diferentes ideas o temas. Hoy en día los Bloggers más famosos son contratados por medios especializados en temas como la política, el periodismo, el sexo, la poesía entre otros; son personas que poco o nada se sabe de sus intimidades y que se les respeta y reconoce por la palabra que tienen para expresar, especialmente en sus medios virtuales, y no por las historias que anteriormente se guardaban en los diarios.


Oscar Cardona
@cardonahill

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